Una banda de rock


Callejeros y Cromañón

Callejeros es una banda de rock. Cuando uno se mete en el mundo de las canciones de Callejeros, cuando escuchó lo que gritan, cuando hizo un recorrido por todas las letras, resulta inevitable sentir cierta complicidad. Ya sabemos hasta el hartazgo que el arte no refleja la vida de su creador ni esconde un mensaje oculto que el autor depositó en la obra y hay que descifrar...
Pero aún así la complicidad sigue existiendo, porque la verdad es que esta banda genera, intencionalmente o no, la sensación y las ganas de poder decir muchas cosas. Escuché por ahí a modo de crítica adjetivos como "simple" o rock "cuadrado". Pero Callejeros es una banda de rock. Quien anduvo por los pasillos del mundo de la intelectualidad puede dar fe de que se corre el serio riesgo de caer en una asquerosa frivolidad, consecuencia del “yo lo sé todo y el resto de la humanidad es mediocre”. Por mi parte prefiero, sin lugar a dudas, a una banda que no tiene miedo a decir todo lo que quiere y de la forma que quiere sin importarle absolutamente nada, a un mediocre (porque sin darse cuenta cae en lo que critica) que cree que es mejor porque dice dos veces Nietzsche y tres Kusturica. Hoy en día no son muchas las bandas de rock que hablan, que cantan a la libertad y generan la emoción de sentir que se puede creer en algo. Ellos lo hacen, y de la forma que se les canta, con los acordes que se les canta y las letras que se les canta, y no les importa nada más.

Lo que pasó en Cromañón fue una tragedia terriblemente dolorosa. Supongo que a todos los chicos que rondan mi edad les debe haber tocado muy de cerca, de la misma forma que a mí. Todos, en algún momento, podríamos haber sufrido la misma desgracia, sea viendo a Callejeros o a Babasónicos, en un bar, en Cromañón o en un boliche. ¿Quiénes son responsables? Todos. Todos sabemos desde siempre cómo funcionan las cosas, Callejeros, Chabán, yo, vos, los chicos que murieron, sus padres, el Estado y los medios de comunicación. Nadie va a cuidar a nadie, en ningún lado, porque somos una sociedad en la que no existe la conciencia social. Más allá de este punto, que según mi opinión es el de mayor importancia, hay culpas más graves que otras. ¿Cómo puede ser que un lugar en donde tocan bandas y que recibe semejante cantidad de personas esté cubierto con una tela tóxica y tenga su puerta de emergencia cerrada con un candado? ¿Cómo puede ser que el Estado lucre con semejante horror y lo mantenga habilitado para recibir una coima? Yo he ido a ver bandas amigas a lugares siniestros; es más, yo misma toqué en lugares que, vistos con los ojos que hoy tengo después de lo que pasó, podrían haber desencadenado en una tragedia. Y no fuimos ahí a decir “che, vayamos a morirnos todos”. Fuimos a tocar. Y nadie se preguntó qué pasa si esto se incendia, qué pasa si por algún motivo tenemos que salir todos en masa. Y eso está mal, y tiene que ver con la inconciencia de creer que nunca nada va a pasar y con habernos acostumbrado a que todo funciona mal en este país, a tomarlo como natural. Todos nos escandalizamos ante el hecho de la corrupción y de la falta de presencia estatal en el cuidado del ciudadano recién cuando pasan cosas como estas (tal vez no está demás decir que Callejeros lo viene cantando desde hace mucho tiempo). Esto le podría haber pasado a cualquiera. Y ellos no son dueños coimeros de un lugar que está en malas condiciones, ni un policía corrupto, ni funcionarios de un Estado de mierda. Son una banda de rock y querían tocar.

¿Callejeros tenía un público bengalero? Sí. ¿Se separó el guitarrista de la banda porque no quería tocar durante el juicio? Sí. ¿Quisieron los demás seguir tocando? Sí. ¿Trataron en sus declaraciones de salir limpios para no ir presos? Sí. ¿La madre de Patrcio Santos Fontanet estuvo mal en haberle hecho fuck you a los padres de las víctimas? Sí. Yo no conozco a ningún integrante de la banda personalmente. No sé si son buena gente, ni me interesa. Sí sé que son personas; no son santos ni prometieron ser héroes. Pero tampoco son asesinos. Y puedo llegar a suponer que después de un hecho semejante al de Cromañón nada vuelve a ser lo mismo. Cada uno va a tratar de salir lo mejor posible y va a hacer lo que sea necesario para no comerse 20 años preso. Yo lo haría. Creo que, además de no revisarnos como sociedad (¿cómo nos comportamos a la hora de ser éticos? ¿qué cosas nos indignan y, sobre todo, qué cosas no? ¿a quiénes votamos para que tomen decisiones?) solemos, a la hora de condenar, mirar más para abajo que para arriba. Y vuelvo a repetirlo: Callejeros no es ni empresario, ni policía, ni funcionario público. Es una banda de rock.

Paula

Imagen: Carlos Ardohain

3 comentarios:

  1. Te felicito nuevamente Paula! Muy bien!
    Ana.

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  2. POcos entienden esto que decis. ad+ de la inconciencia hay poca Honestidad intelectual. Adhiero a lo que decis. Un Abrazo. TODOS PODRÍAMOS HABER SIDO CJS. jeni

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  3. Muy bueno Paula, planteás una mirada racional de la banda. Me alegra saber que somos varios los que pensamos igual. Me tranquiliza, no sé cuantos somos, pero esta banda se tuvo que bancar pararse frente a una adversidad general

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